Festival de Cine Fantástico de Sitges 2010: The Storm Warriors

¿Se podría realizar una adaptación a imagen real de la popular serie manga y anime japonesa Los Caballeros del Zodíaco?, The Storm Warriors nos indica claramente que sí, que es posible. Secuela de The Storm Raiders, película fechada en 1998 y basada en un cómic hongkonés, dirigida por Andrew Lau antes de darse a conocer al público occidental con la saga de Infernal Affairs, ésta nueva propuesta estuvo en espera mucho tiempo hasta que bastantes años después los también populares Hermanos Pang se encargan de devolvernos a Viento y Nube tras su primera aventura, y otra vez encarnados por Aaron Kwok y Ekin Cheng.

The Storm Warriors, en su factura técnica es prácticamente impecable, salvo algunos pasajes muy sobrecargados y agobiantes . Escenas como las del ejército de Sin Nombre (un pasadisimo de rosca Simon Yam) atacando las escuelas de Kung Fu son excelsas, remitiendo a la exitosa 300, de la qué, por cierto, bebe en muchos aspectos. Incluso las batallas son espectaculares, con sus versiones de ataques con rayos y ondas de energía, (por qué diablos no realizaron asiáticos la adaptación de Dragon Ball?, obviando la pésima adaptación taiwanesa de la época). Una gozada para los sentidos en el aspecto visual a momentos. Y lo mejor de todo esto es que uno no tiene que estar familiarizado con la película precedente, no hay ninguna mención a aquella, casi se podría hablar de una película independiente conceptualmente.

Pero si uno busca más no lo encontrará, las actuaciones, obviamente lo menos importante de ésta película junto con el guión, son más o menos nulas con alguna sobreactuación que intenta animar el cotarro, pero poco más. Y el guión es una sucesión de peleas e idas y venidas. No en vano la película ya empieza en plena gresca, como si llevara media hora de película. Y al final precisamente le sobran unos 30 minutos.

De todas maneras, como digo antes, si uno se deja llevar por el niño que lleva dentro se lo pasará en grande con la ambientación, los decorados, las batallas y las ropas y armaduras de los protagonistas. Si busca una película coherente lo mejor que puede hacer es buscarse otra sala.